Historias.



Juan, no paraba, ni su ingenio- sa cabeza tampoco. En un momento dado se cerró la puerta de la casa con Juan fuera y dijo: «Mamá, me he quedado encerrado en la calle».

Eva, 6 años El padre de Eva le preguntó: «¿Tienes ganas de que empiece el colegio?». La niña le respondió: «No». «¿Y por qué?», insistió su padre.Y Eva le dijo: «Porque nos ponen deberes y lue- go ni nos pagan ni nada».

Adriana,3 años Adriana, al meterse por primera vez en una piscina en la que hacía pie, exclamó: «¡Hala, esta piscina sí que tiene suelo!».

Alejandro,5 años, Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó: «¿Qué haces?, ¿Me estás robando?».Alejandro le respondió: «No lo estoy robando, me lo estoy encontrando».

Gonzalo, 2 años y 6 meses Un día le preguntaron a Gonzalo: «¿Qué quieres ser de mayor?». El niño, muy enfadado, respondió: «Lo que no quiero ser es gente».

Charlie, 5 años Charlie estaba discutiendo con su madre, y ella le dijo: «Te tienes que controlar, no puedes decir todo lo que se te pase por la cabeza». Él le contestó: «No puedo, el celebro me empuja».

Charlie siempre dice que a su hijo lo va a llamar Batman o Pepe. Otro día, hablando de las cosas que daba cada animal, Charlie dijo: «Las ovejas dan lana, las vacas dan leche y los cerdos dan la mierda que son los chorizos».

Manu, 7 años El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo: «Cómetelo, que está muy rico». El niño tomó dos cucharadas y le contestó: «Papi, tú y yo tenemos gustos distintos».

Pablo, 4 años Pablo llegó de clase un día y, muy contento, le dijo a su madre: «¡Mamá, ya sé cómo se llaman los cataplines; me lo han dicho en el colegio! ¡Se llaman tentáculos!».

Miquel, 3 años Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo: «¡Mirad! ¡Es Tarzán!».

Mateo, 3 años La madre de Mateo es bailaora de flamenco. Una noche Mateo abrió un cuento y empezó a hacer como que leía, porque todavía no sabía, y dijo: «Érase una vez el mundo del ensayo...».

Martín, 3 años y 9 meses La madre de Martín le dijo un día que le gustaba mucho su cara y él contestó: «Te la regalo, pero te la guardo yo».

María, 4 años Un día Maria le dijo a su madre: «Mami, ¿cierras el armario, por favor, para que no se escape la ropa?».

Luis María estaba de vacaciones con sus padres en un hotel muy lujoso cuando dijo: «Estoy tan feliz... y por eso me como las uñas, porque estoy tan feliz de vivir en este castillo que hemos pagado...».

Luis María: «Mami, lo siento, pero de mayor voy a ser ladrón».

Inés, 3 años A Inés le insistían mucho en casa para que pronunciara bien algunos sonidos y ella, ya cansada, dijo un día: «Es que yo hablo en inglés».
Daniel, 15 meses La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar: «¡Mamá, mamá, ven...! ¡Qué asco!». La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo: «¡Daniel... ¿y esto?!». El niño cogió la mierda, la aplastó contra su cuerpo y respondió: «¡¡Mío!!».

Mª Nieves y Alberto, 8 y 5 años Pensando que nadie les oía, Alberto preguntó: «¿Dónde está papá?». Su hermana Mª Nieves le contestó: «Pues no lo sé». Después de unos segundos dijo Alberto: «Se habrá muerto».Y contestó su hermana: «No, no... No se ha muerto; si no, estaría todo lleno de sangre».

Daniel, 3 años Daniel es un niño muy travieso y no para. Un día comenzó a subir la escalera y su madre, ya cansada de pedirle que se estuviera quie- to, le dio un azote en el culo. El niño se volvió muy serio y le dijo: «Si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos».

Lola, 3 años Lola estaba con su madre y con su tía en una tienda. La niña llevaba chupete y una mujer le dijo: «Tan grande y con chupete».Y le contestó Lola: «¿Me meto yo con lo que los mayores se meten en la boca?».

Juana, 5 años Un día Juana intentaba ponerse las zapatillas sola, y le preguntó a su madre: «¿Ésta en qué pie va?». Su madre le contestó: «En éste».Y la niña dijo: «Vale. ¡El otro no me lo digas!».

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Clara, 3 años 18 Clara estaba con su madre en la entrada del cine. Era Navidad, estaba a tope de gente y su madre la llevaba de la ma- no. De repente la niña le dijo: «Mami, por favor, cógeme en brazos que aquí sólo veo piernas».

Daniela, 3 años y 6 meses Daniela le preguntó a su tía: «¿Dios está en las nubes?». Su tía le contestó: «Sí, claro. Dios está en las nubes». Acto seguido le preguntó la niña: «¿Y cuándo va a bajar a conocerme?».

Iván, 5 años Iván le preguntó a su abuela, que es muy creyente: «Abuela, ¿tú has visto a Dios?». La abuela respondió que sí, e Iván le preguntó: «¿Cómo? ¿En estatua o andando?».
Iván le preguntó un día a su madre: «Mamá, ¿por qué todos los del Barça tienen los dientes grandes?».

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Leo, 5 años Leo, un día que estaba muy enfadado porque su madre no le hacía caso, le dijo: «¡Yo nací de tu barriga, sé todo lo que piensas!».

Miguel, 3 años En una ocasión, después de comprobar que en casa se ha- blaba a menudo de la Diputación por motivos profesio- nales, Miguel comentó en voz baja, susurrando, como si estuviera confesando un secreto: «Papá, ten mucho cuidado, porque la palabra Diputación tiene la palabra... puta...».

Luis María, 4 años La madre de Luis le pidió: «¡No te vayas!».Y él exclamó: «¡No, si no me vayo!». Y ésta es la definición de Luis de diarrea: «¡Mamiiiiiiiiiii, ven, que he hecho una caca de pedo!».

Eloi, 5 años A Eloi lo estaba cuidando una amiga de sus padres. Cuando iban hacia casa, ella le preguntó: «Eloi, ¿tienes frío?».Y él le contestó: «No tengo ni frío ni calor, estoy del tiempo». Y esta frase es de Eloi cuando tenía 6 años: Era época de carnaval y bajó con su padre por las escaleras de su casa cuando se cruzaron con una vecina que bajaba la basura. La señora llevaba gafas, iba muy pintada y llevaba una bata 20 de flores. Eloi, que iba disfrazado, se la quedó mirando y le preguntó: «¿Y tú de qué vas disfrazada?».

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¿Se acabó mi juventud?

Algo se ha secado en mi cerebro. Mis neuronas parecen haber cogido las vacaciones de julio. Hace cuatro días que cumplí los 35 años y no he escrito una palabra desde entonces. ¿Será el principio del fin? ¿Son los 35 la edad en que uno empieza a hacerse viejo? De momento, ya ni siquiera tengo las mismas ayudas de viviendas para jóvenes. El gobierno ya no me considera joven y yo sigo sin vivienda.

Me miro al espejo y trato de localizar esas dos nuevas arrugas que marcan el paso a los 35 pero sólo descubro un grano nuevo y las ojeras de siempre. Lo cierto es que nací con ojeras, me vienen de fábrica. En las pocas fotos que poseo de mi tierna infancia ya las llevaba, aunque en una cara mucho más redonda y mofletuda. Era un pan con ojeras.

¡Pero si visto muy moderna! Uhmmmm... ¿Seré una eterna inmadura? ¿Una ridícula señora con ropas de colegiala? El otro día una amiga me presentó a un amigo suyo que me llamó por dos veces señora. Estuve a punto de arrearle un bolsazo de rebajas, pero me contuve... ¡estoy perdiendo espontaneidad! Señora... ¿Señora yo?? ¡¡¡Señora tu madre!!!

Voy corriendo a hacerme una cirugía plástica de cerebro para rejuvenecerme las ideas y recuperar mi inspiración.


Buscando...

Hoy he mirado en la cocina, en el salón, en el dormitorio y en el baño. Luego busqué en la oficina, en bar de la esquina, en el parque y en el camino a casa. Probé en el subterráneo, a la orilla de la playa, en el banco y las tiendas.

Por último busqué en el ascensor, debajo de las escaleras, dentro del armario y al final.... miré en el espejo, ¡y ahí estaba! Tanto tiempo buscándome a mí misma y por fin me encuentro. Juro que no vuelvo a beber...



Logra la armonía en tu personalidad.